Responsible purchasing

El nuevo rumbo de las adquisiciones responsables

Cómo crear prácticas de adquisiciones ágiles y resilientes que respalden los objetivos de tu organización.

En los últimos cinco años, muchas empresas han enfrentado una pandemia, interrupciones en la cadena de suministro, inflación y varios desastres naturales. Como resultado, priorizan la resiliencia como un objetivo organizacional fundamental. Como resultado, se reconoce que los procesos de adquisiciones son fundamentales para alcanzar ese objetivo. No es de extrañar, por tanto, que el 81 % de los encuestados del Informe sobre el estado de las adquisiciones 2024 de HAQM Business afirmaron que la creación de cadenas de suministro resilientes y ágiles era una de sus principales prioridades para los próximos uno o dos años.

“Las organizaciones están pasando de una función reactiva a una función predictiva”, afirma Joe Chmielewski, líder de Prácticas de Aprovisionamiento Estratégico y Adquisición Digital en Deloitte. “Se trata de un cambio radical en el ámbito del aprovisionamiento y de las adquisiciones”.

En su opinión, la adopción de soluciones digitales, incluida la inteligencia artificial, es fundamental para fortalecer tanto la resiliencia organizacional como las prácticas de adquisiciones. Chmielewski destaca las funciones clave de la adquisición digital que, en conjunto, impulsan una resiliencia significativa. “La primera es proporcionar visibilidad sobre los gastos. ¿Cómo podemos dar sentido al enorme volumen de datos?” pregunta.

El departamento de adquisiciones también desempeña un rol fundamental en las prácticas de gestión de riesgos.

“Se trata de establecer procesos que garanticen que todos compran a proveedores mediante contratos autorizados. Las herramientas digitales también son cada vez más importantes para identificar e informar sobre el cumplimiento”, afirma Chmielewski. “Se trata de identificar los cuellos de botella en el sistema y luego combinar esa información con datos de rendimiento financiero, condiciones meteorológicas, acontecimientos mundiales, reputación de proveedores, entre otros, para crear una imagen integral que permita predecir dónde podrían surgir eventos generadores de riesgo.”

La digitalización al servicio de las metas estratégicas

El consenso sobre la necesidad de soluciones basadas en datos en el ámbito de las adquisiciones es casi unánime. El 98 % de los encuestados por HAQM Business indicaron que planean invertir en herramientas de análisis, información, automatización e inteligencia artificial para sus operaciones de adquisiciones en los próximos años. Y el 95 % afirmó que sus procesos de adquisición aún tienen margen para ser optimizados. Y, lo que es más importante, más de la mitad (55 %) espera que los presupuestos del departamento de adquisiciones aumenten en 2024 respecto a 2023.

Todo indica que las adquisiciones están consolidándose como una función esencial del negocio, con impacto en todo el espectro de metas estratégicas de la organización. “Como señaló uno de los encuestados, responsable de adquisiciones de una empresa multinacional de telecomunicaciones: “Hace dos años, nunca se escuchaba a un CEO hablar sobre aprovisionamiento o cadena de suministro”. Ahora, es una parte importante de cada conferencia sobre beneficios”.

Las herramientas digitales también pueden ayudar a los departamentos de adquisiciones a guiar a la empresa hacia una única fuente de verdad, facilitando la identificación de oportunidades para controlar costos y eliminar prácticas de pedido ineficientes que afectan los objetivos corporativos más amplios relacionados con la supervisión fiscal.

“Cuando la tecnología ofrece una visión global, es posible entender hacia dónde se dirigen los gastos y costos, y generar un impacto mucho mayor en el resultado final”, afirma Julie Scully, directora de Desarrollo de Software en HAQM Business. “Puedes impulsar la automatización en áreas que quizás no habías considerado y fomentar la diversidad para fortalecer las cadenas de suministro. Cuentas con un sistema que te ayuda a mantenerte dentro de los límites del cumplimiento.”

Cambio de expectativas en las adquisiciones

Para que las iniciativas digitales reconfiguren con éxito los procesos de adquisiciones en consonancia con las prioridades organizativas más amplias, las soluciones deben combinar eficazmente la capacidad de alcanzar metas estratégicas con una experiencia que facilite su adopción. “Las organizaciones están adoptando cada vez más interfaces diseñadas para ser tan intuitivas como la experiencia que tenemos como consumidores”, afirma Chmielewski. “Eso no hace más que acelerar las expectativas en torno a la experiencia del usuario final.”

La mayoría de los consumidores, dice Scully, están familiarizados con la experiencia de compra de HAQM, la cual se replica en aspectos clave dentro de HAQM Business, pero con puntos de referencia diseñados para reflejar los objetivos de la organización. Esto incluye dar prioridad a una cadena de suministro más diversa, ya sea para incorporar una mayor variedad de fuentes que refuercen la resiliencia o para apoyar a las comunidades donde viven los empleados. El 94 % de los encuestados en el Informe de adquisiciones 2024 considera esencial conocer la procedencia de los productos que compra, y el 89 % afirma que también es importante conocer las políticas ESG y de diversidad, equidad e inclusión de las organizaciones a las que adquiere bienes o servicios. “Nos encargamos de verificar los certificados y de etiquetar a los proveedores, para que las personas sepan si cumplen con alguna categoría prioritaria”, dice Scully.

Los mismos principios rectores se aplican a las prácticas de cumplimiento y gestión de riesgos. HAQM Business aligera la carga de los equipos de adquisiciones al asumir la responsabilidad de administrar y monitorear las relaciones con los proveedores, lo que permite a las empresas ampliar su base de proveedores sin generar gastos generales ni cargas de trabajo adicionales.

.“Allí es donde se puede mitigar una gran cantidad de riesgos”, afirma Scully.

Lo más importante, dice, es su capacidad para dar sentido a las enormes cantidades de datos que las empresas deben analizar para optimizar sus prácticas de adquisiciones.

“Hacemos posible visualizar los resultados y determinar si están alcanzando o no sus metas”, dice Scully. “Contar con sólidas capacidades de inteligencia artificial tras bastidores puede hacer aflorar ideas que ayuden a evaluar el éxito, identificar la necesidad de un cambio de política e incluso recomendar acciones para resolver los problemas.”

Publicado originalmente en el Wall Street Journal.

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